Según Sherwood Anderson, "Lo que vuelve grotesca a la gente son las verdades. Siempre que alguien se apropia de una verdad la llama su verdad y trata de regir su vida por ella, se convierte en un ser grotesco y la verdad que había abrazado se transforma en una falsedad."
Me manda esta cita mi amigo el polemista recomendándome la lectura del autor en Ed. Acantilado y añade en su mensaje otra recomendación: Duda, copifate, duda.
Y me pongo a ello, a dudar:
Si siempre dudáramos, ¿no seríamos también grotescos? ¿Dudar para qué? ¿Para seguir dudando? o ¿para acercarnos a la certeza? Lo segundo.
No sería mejor decir, entonces, que la verdad sería la meta y la duda el camino para alcanzarla. Y que el camino elegido es el que diferencia a las personas.
No tengo nada en contra de Sherwood pero, ¿por qué dice que toda verdad abrazada y elegida como rectora se convierte en una falsedad? No da explicaciones y no me interesa demasiado lo que pueda decir. Estas preocupaciones por la verdad es de quienes han creido mucho en ellas. La verdad, como la perfección, es un afán, una tendencia, un objetivo, no son realidades. Suelen utilizarse de banderines de enganche por los fascismos para arrastrar a la gente tras ellos: Dios, Patria, Raza, Pueblo, Naturaleza. A lo mejor arrastran a los que dudan demasiado o a los que no han elaborado un buen camino hacia alguna certeza.
A lo mejor el grotesco es él y los que como él intentan arrastrar tras sus evidencias a los demás.
Por decir algo... Por no callar.
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Esto de hablar de verdades en términos abstractos es difícil..así que yo me voy por el camino de en medio, en el que se persiguen verdades mientras dudas, y alcanzas algunas, pero que también pueden convertirse en mentira. Hay que dudar pero sin pasarse, que con tanta duda acabas por no dar un paso adelante.
ResponderEliminarY tampoco entiendo lo de que se convierta en una falsedad, el que podría resultar falso es el individuo que se aferra a ella, no la verdad en sí.
Me gustan tus reflexiones, no dejes de quedar con tu amigo el polemista. Aunque esto de hablar de verdades me está haciendo dudar una barbaridad a la hora de comentar, la verdad sea dicha.
Me he dejado llevar por la frase de Sherwood que es altamente sospechosa. La verdad es que a mí tampoco me gusta mucho el tema y se roza el tópico y la insulsez.
ResponderEliminar¡Claro que hay que dudar, pero para vivir y para educar y para juzgar hay que tener un código de certidumbres mínimo, adquirido, eso sí, tras dudar de todo lo que nos enseñaron, especialmente a los que nacimos en el franquismo. ¡Vergüenza da decirlo!
(Por cierto el polemista me dice que este Sherwood es un referente para entender a Cormack McCarthy)
vergüenza la que debería darle a los franquistas, tú no pudiste elegirlo!.
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