Cuando nació, los otros ya estaban allí. Millones de hombres y mujeres ya estaban en el mundo trabajando, soñando, amando, disfrutando, sufriendo. Viviendo. Habían inventado el lenguaje y la escritura, habían creado y aprendido a usar herramientas, habían construido todo tipo de instrumentos para protegerse y vivir mejor. Pero nada estaba asegurado y había que defenderlo. Todos codiciaban lo que no tenían. Así que con frecuencia los hombres se mataban. Le enseñaron a desconfiar. Le enseñaron a atacar. Le enseñaron a defenderse. También mató. Finalmente le mataron.
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El miedo, la codicia, la incultura, la desconfianza, el odio, El Fascismo de la Ostra, u Ostracismo, la venganza, la verguenza. El Horror de Faulkner, de nuevo ¡El Horror!
ResponderEliminarCris
Me comenta mi amigo arabesco Alí-Mañas que cuando bofeteó por primera vez recibió la primera hostia de la vida. Ahora cría semillas relativas mientras piensa en su propia muerte.
ResponderEliminarFabio Carabeo
como dice Cris, el miedo. Seguro que también le enseñaron a tener miedo a no tener, a que te lo quiten, miedo de la gente, miedo a otras ideas.
ResponderEliminarMe gustan mucho estos relatos, estos recorridos por la vida a cámara rápida llenos de significados. Espero que escribas más.
De lo poco que estoy orgulloso en esta vida de mi mismo es de que JAMÁS me pegué con nadie.
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