viernes, 18 de septiembre de 2009

Antes de hablar de acrósticos

Todos los días accedo a los blogs del Sr. Vértigo, el Inventario de Isa, y el Coyote de Cibrghost. Ultimamente algún día he leido el de Angeles Mastretta, también leo El Pais, veo poco tv, algún partido, algún telediario de la 1, y alguna peli pirata, siempre tengo leyendo uno o más libros, hago Sudokus y dameros malditos, miro el correo y contesto, hago y ordeno mis fotos, recibo clases de dibujo y pintura, arreglo las plantas de la terraza, hablo por teléfono, veo amigos, hijos, hermanos y nietos, voy al teatro a veces y al cine más pero cada vez menos. La última "Frozzen River". Voy a exposiciones de arte, en especial pintura. Tengo una tertulia y juego al dominó. En el ordenador juego a la Carta blanca y a Corazones. Cuido mi salud, ando algo. Viajo bastante. Seguro que me dejo algo, pero no voy a contarlo todo.

La verdad es que no llevo mala vida. No me quejo, todo lo contrario. No soy joven ya pero me siento bien. Siempre me ha gustado cumplir años porque cada uno traía algo nuevo. Los últimos me acercan a aquellos viejos que cuando nací me rodeaban. Conocí a mis cuatro abuelos, algunos niños de ahora tienen más, y a sus hermanos, mis tíos abuelos. Como estábamos en pleno franquismo les llamábamos "el frente de juventudes". Había de todo: una abuela sorda que iba siempre apagando luces, un abuelo confitero muy cariñoso, una abuela muy protagonista insoportable y un abuelo bastante seco anulado por su mujer. Cuando murió la protagonista que era la mayor de todos, casi 100 años, yo lloré sin ganas por deferencia a mi padre. En realidad la muerte no se entiende hasta mucho más adelante. Recuerdo que cuando a mi abuela Carmen, la sorda, había que decirle que se había muerto alguna de sus hermanas y no sabíamos como hacerlo por si le afectaba mucho, nos sorprendía que se lo tomaba con toda naturalidad con comentarios como ..."si, ya estaba muy mayor..." De todos modos, como eran de Aragón, no parece que tuvieramos que esperar mucho de sus sensibilidades.
Bueno pues ahora mi imagen se va acercando a ellos y sin embargo, yo me siento que bajo esa imagen o en el interior de mi cuerpo yo soy un núcleo que se ha ido y sigue formando con los años. Una mezcla de razón, memoria y sensibilidad que no solo no envejece sino que cada día aumenta su densidad. Y que unos días me hace comprender todo y encajar las piezas de este mundo con compasión y paciencia y otros días la decepción me embarga y me dan ganas de romper las contenciones y tirar las patas para lo alto y abrazar el radicalismo más radical. Finalmente, la reflexión se impone para lo cual me ayudan los inteligentes surrealismos del Sr. Vértigo, la poesía y dulce tristeza de Isa y la caótica existencia de Cibrghost. La Zapateta es punto y aparte y con su humor y reflexiones me ayuda también a relativizar y ver las cosas desde otros ángulos.
Ahí dejo eso. Otro día hablaré de acrósticos.

6 comentarios:

  1. ¡Queda! Y poco más diría. Salvo, paradójicamente, siento que, tras esa familia que describes y esas costumbres 'incompletas' (porque no vas a contarlo todo) que compartes con nosotros, ha nacido otra familia con otras costumbres: Zapateta, Isa, un tal Vértigo, Cyberg, Copifate... son una nueva saga deslocalizada que acostumbra desde hace no mucho a dialogar en una plaza virtual recién construída.

    A qué hora cenamos?

    Salud!

    ResponderEliminar
  2. Pues... que decir... gracias. Sólo porque alguien tenga esa consideración creo que a cualquiera de los nombrados nos merece la pena escribir un blog.
    Si las clases de pintura sirven para algo avisame jaja que yo soy un negado. Quizá por eso prefiera devorar arte contemporáneo y fotografía, y trate de hacer algo parecido a fotos.

    ResponderEliminar
  3. Gracias por lo que me toca y en general por las palabras -que no lo son todo, pero sí SON, y CONTIENEN-. Estoy con Daniel, en que formamos una extraña familia paralela, y donde los roles están escribiéndose o por reescribirse. Cada día descubro algo nuevo, no sólo en mi, sino en vosotros. Y eso, cuando se tiene la capacidad de admirar y reconocer, se hace algo increiblemente nutritivo.
    Abrazo y salud.

    ResponderEliminar
  4. Nos vas dando estos trocitos que son mucho, que siempre hacen reflexionar y están llenos de detalles. Me ha encantado la imagen de la abuela sorda apagando luces, es como si dijera, ah, yo no oigo, pues vosotros no vais a ver!,jaja, muy entrañable.

    Muchas cosas ocurren en esta plaza ficticia, en la que se habla y se escucha con completos desconocidos. Yo estoy encantada.

    isa

    P.D: Desde que gané con 7 años mi primer y único premio literario (con un poema que empezaba "la ballena pequeñita se baña y tirita", jaja, toma ya!), nunca he pensado que lo que yo escribia pudiera acercarse a la poesía, así que se agradecen tus palabras.. Y con lo alegre que yo soy hay que ver lo triste que escribo, es cierto.

    ResponderEliminar
  5. Gracias por vuestra presencia. Escribí que no esperaba comentarios y mentí como un cosaco.

    ResponderEliminar
  6. copifate, cuando uno no espera comentarios o valoraciones no hace un blog, lo guarda en el disco duro. Verdad que comparto con mi informático favorito (dícese del que me recomienda cuando compro y me arregla cuando la cago jeje)

    ResponderEliminar